Esta vez quiero dedicar esta entrada a un remedio casero que
suelo usar con los cachorros en sus primeros días. Mi experiencia ha sido
siempre buena por eso creo que debo dejar constancia de ello, ya que puede
ayudar a alguien más.
Os pongo en situación. Los que hemos tenido a nuestros perros criando de sus cachorros seguro que hemos pasado por algo parecido, y
me refiero a la aparición de alguna que otra pulga en los cachorros.
Cuando una perra está a punto de dar a luz siempre suele
estar en su cama, si es lo suficientemente amplia, o en casitas o cajones de
madera donde tener a su alcance las mejores condiciones para el parto (oscuridad, temperatura, amplitud, etc). En estas
camas o cajones se les suele colocar mantas, virutas de madera o tiras de
periódicos para que los perros al nacer disfruten de comodidad y buen ambiente. Los cachorros en
su primer mes de vida estarán mucho tiempo aquí metidos, lo que conllevará a
tener que hacer sus necesidades en dicha cama. Debemos estar muy atentos para
mantener lo más limpio posible el entorno donde hayamos colocado la cama y sus neceseres, pues con el tiempo
saldrán parásitos que anidaran en la estancia de nuestros cachorros. Las
típicas pulgas harán su aparición.
¿Qué hacer en casos donde cachorros que apenas tienen días se les observa alguna pulga?
A mi particularmente
no me gusta bañarlos a edad tan temprana, pues los cambios de temperatura
pueden ser peligrosos para sus defensas. La mayor parte de los especialistas coincide en que
antes de bañar a un cachorro por primera vez debemos esperar a que se cumpla el ciclo de vacunación completo, de esta forma estará
completamente protegido y con su sistema fortalecido.
Sería
una locura utilizar productos insecticidas con cachorros tan pequeños. En
general existen en tiendas
de animales repelentes naturales (con linalol, citronela, geraniol, etc), que
no son perjudiciales.
Yo ante tal circunstancia donde ni el baño es bueno ni existe
insecticida que poder utilizar sin que afecte al cachorro, utilizo aceite usado
o quemado que guardo en recipientes cerrados. Cojo un poco de aceite y una
esponja donde vierto un poco de aceite y voy untándole al cachorro con cuidado
por todo el cuerpo. En pocos instantes observaremos como alguna pulga queda
muerta en la esponja y la que ha resistido un poco más no tardará en intentar
huir de nuestro cachorro. Si se pone el cachorro en el suelo veremos cómo alguna que otra pulga, que no ha
muerto al instante, salta desde el perro al suelo y en poco tiempo aparecerá sin
vida. Es importante no dejar al cachorro mucho tiempo expuesto al aceite y
acercárselo a la madre para que lo lama y limpie.
Es importante limpiar todo el entorno donde se encuentran los
cachorros, cambiando las mantas o el papel de periódico dos veces a la semana
para impedir que las pulgas pongan huevos y se vayan acumulando. El aceite
hasta donde yo sé solo acaba con la pulga pero no
tiene ningún efecto sobre sus huevos.
Mi consejo es mantener una buena higiene del lugar donde se
encuentran nuestros cachorros, cuando sea necesario utilizar el aceite quemado
para acabar con las posibles pulgas y pasado un día o dos utilizar repelentes
naturales para que no acudan a nuestros cachorros.
Quiero reseñar que es conveniente que antes de utilizar el aceite nuestro perro no
tenga garrapatas y en caso de que tenga alguna lo mejor es quitársela con unas
pinzas. El aceite también actúa contra las garrapatas llegando a secarlas, pero
usar aceite para arrancar una garrapata podría producir que la garrapata
vaciase el contenido infectado de su estomago en la piel del perro. No tiene porque ser
así pero en perros tan pequeños es mejor no dejarlo al azar.
Creo
que ha quedado más o menos claro. No tiene que ser la única solución que exista
para este problema pero dejo mi grano de arena para el que quiera probar. Así pues, espero que esto pueda ayudar a
cuanta más gente mejor y valga para que se tenga una elección más amplia de cara a dar solución a este hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario